! Qué rápido
pasa el tiempo! Es curioso pensar que antes, los niños éramos capaces de salir
a la calle para jugar sin necesidad de llamarnos antes con el móvil, siempre
sabíamos dónde dar con nuestros amigos. Años de juegos sin problemas y preocupaciones.
También recuerdo que cuando llovía y todo estaba mojado, nos íbamos al patio de
mi casa a montar en el columpio que mi padre había colocado sujeto a una viga
enorme debajo de un cobertizo.
Ahora los
parques están llenos de juegos infantiles, y muchos de ellos no sé muy bien
para qué sirven, pero yo recuerdo que los juegos indiscutibles de los parques de
mi tiempo, eran los columpios y los toboganes. Yo era más del columpio, y aún hoy
lo sigue siendo… ¿Cuál era el vuestro?
Cuando paseo
y veo un columpio, quedo atrapado y lo miro…., sintiendo unas ganas enormes de
poder subir en él.
Pienso con tener
un columpio en casa, llegar a ella y poder columpiarme y que mi vista se pierda
en sueños de la niñez.
Sabiendo lo
que me gustan, mi familia me regaló el día del padre uno precioso parecido a
estos de la foto. Pero ahora no tengo donde ponerlo y lo echo mucho de menos!!!
Llevo un
tiempo con mucho trabajo, llegando a casa pensativo y bastante agotado, seguro que todos tenemos épocas de estas en
las que todo va muy rápido y la mente te pide descansar un rato y poder soñar
despierto. Pues yo me apuntaría a sentarme en un columpio debajo de un puente ,
de un árbol o de un cobertizo…. y respirar con tranquilidad y placidez.
Espero que
os haya echo recordar y soñar con mis recuerdos y volver a sentirnos como niños
encima de un columpio. A mi esta foto y el sólo hecho de prepararlo me han
ayudado a intentar imaginarme esas sensaciones (Impulso, cerrar los ojos,
cosquillas en el estómago, sueñosss…..) que ahora tanto necesito, espero que a vosotr@s
también.
Texto: Vicente Ávila
Foto: Vicente Ávila
Foto realizada en Madrid Rio, Nikon D800 24-120 a 58mm, f/4,
1/100s, ISO 100
:) :) :) .... ¡¡¡ Yo también tenía un columpio en el cobertizo !!!
ResponderEliminarUna bonita foto para esos dulces recuerdos de la infancia.
Gracias, Vicente.
Gracias a ti, Pilar.
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