16 de Mayo
Salida de
Madrid en tren a Pamplona… Busco mi asiento y en el sillón contiguo se sienta un
señor con mochila; nos saludamos y hacemos las presentaciones. Se llama Marco y
es americano, de Carolina del Sur… Hacemos el viaje sin parar de hablar, y cuando
llegamos a Pamplona, decidimos coger un taxi y compartir el gasto… Yo me bajo
en Roncesvalles y él continúa hasta la etapa anterior: Saint-Jean du Pied de
Port (Francia)… una bonita despedida, y
“Hasta otra”. Me acerco a la oficina de turismo, al albergue y sello la
credencial.
1ª Etapa: Roncesvalles
– Zubiri (21,5 Km. Salida a las 13:00 horas)
Me doy
protección solar. Hace calor, pero como paso la mayor parte de la etapa entre árboles,
voy más fresco. Salgo a la N-135 para tomar una senda que nace junto al arcén
derecho y que discurre por el bosque de Sorginaritzaga
(o Robledal de Brujas). El tramo es
bastante duro: subo 2 puertos de montaña, difíciles, sobre todo el segundo, Alto del Erro. Como inconveniente
añadido, camino con mochila y cámara de fotos réflex. Las bajadas son muy rigurosas, la etapa se me hace
interminable. Al final me planto en el Puente
de la Rabia sobre el río Arga,
construcción por la que accedo a Zubiri.
Busco
albergue, me ducho, lavo la ropa y la tiendo sobre unas perchas en el jardín de
la hospedería. Acto seguido me voy a dar una vuelta a conocer la localidad y
llamar a casa. Paso por un bar y me tomo dos vinitos. Durante la cena en el
comedor del albergue, conozco a tres peregrinos: El primero, se llama José, y
es de Málaga. El segundo es un extranjero que se apellida Torres. Le digo que,
curiosamente, se apellida igual que mi padre. Es judío sefardí y vive en
Israel. El último, Olegario, es de nacionalidad brasileña. Los tres se muestran
encantadores. Nada más terminar de cenar, paseo por el jardín para retirar la
ropa lavada de los tendederos y me voy a dormir.
17 de Mayo
2ª Etapa: Zubiri -
Pamplona (20,4 Km. Salgo a las 07:30 pasadas)
Me doy crema para
el sol, hoy también hace mucho calor… Por el camino me encuentro a muchos
peregrinos que van en mi misma dirección. Al cabo de una hora y media, me
encuentro con José y Olegario; me uno al grupo en el que van y caminamos los
tres juntos. Aproximadamente una hora
después paramos en un bar para tomar un refresco. Continuamos: hay dos
posibilidades de seguir, porque el camino se bifurca, aunque posteriormente se
vuelve a juntar. Nosotros decidimos
coger el camino del norte, que tiene una buena subida, para ver una ermita
preciosa: “ha merecido la pena”. La visitamos, y casi sin parar, continuamos hacia
Villava. Paramos para tomarnos unos
vinitos. José dice que está muy cansado y decide pernoctar en un albergue del pueblo.
Olegario y yo decidimos continuar. Ya entrando en Pamplona noto que comienza a
dolerme el pie derecho. Seguimos, pero después decido quedarme en un albergue de Pamplona.
Olegario me dice que él quiere seguir hasta Cizur Menor.
18 de Mayo
3ª Etapa: Pamplona – Puente La Reina (24 Km. Salgo
a las 06:30)
Después de 5 Kms. llego a Cizur
Menor. Nada más pasar el pueblo, súbitamente, los campos de cereales y las
pistas de concentración se apoderan del paisaje y comienzo a ganar altura con
sosiego. Dedico el último esfuerzo a coronar el alto de la Sierra del Perdón; la bajada continúa entre cultivos de cereal. Cuando me encuentro a
3 Kms. de Puente La Reina, el pie me impide caminar. Paro, cambio de
calcetines, continúo y pienso “a lo mejor no llego”, pero poco a poco consigo finalizar
la etapa. Nada más llegar al albergue: ducha, masajes en el pie. Decido dar una
vuelta por Puente la Reina, visito algunas iglesias y el famoso Puente;. Es una
típica ciudad medieval española, aunque todo me parece espectacular. Me paro en
un bar, me todo dos vinitos y hablo por teléfono con Olegario: me dice que ha
tardado un poco más de la cuenta, porque se ha perdido durante 3 Kms. con la correspondiente
vuelta de otros 3. Quedamos para comer, es vegetariano. Me invita, intento
pagar, se niega. Después de comer nos separamos porque nos alojamos en albergues
diferentes. Yo he quedado en mi albergue con un fisioterapeuta para que me
examine el pie. Me duele mucho. El
especialista me recomienda regresar a casa. Quedo con Olegario, nos vemos, hacemos
unas fotos, tomamos el aperitivo y al final doy a probar algo que le gusta
mucho: El PACHARÁN. Nos despedimos, aunque antes le comento que si el pie sigue
igual por la mañana, tomo un taxi a Pamplona y marcho a casa.