En un entorno lleno de curiosidades y misterios se encuentra
el Parque del Capricho a las afueras de Madrid. Un jardín que bien puede
considerarse como el más bello de toda la ciudad. Un rincón lleno de sensaciones,
aromas, colores y silencio. Es un enclave hermético que invita al que entra a
disfrutar de sensaciones de relajación y misticismo: laberintos, arbustos,
puentes, casas, lagos, fuentes…
El agua es un elemento presente a lo largo de todo el paseo.
Así, una ría navegable y de trazado sinuoso une la zona de juegos con el lago,
albergando ánades y cisnes negros que simbolizan al sol. También hay varias
fuentes que simbolizan el conocimiento y la sabiduría, donde el agua se
presenta como fuente principal de la vida.
Existe un templete con la estatua de Baco, esta figura es el
símbolo del amor y la fecundidad, de la inspiración y de la locura. Una
construcción de estilo clásico con planta ovalada, rodeada de doce columnas
jónicas y situado sobre un promontorio que le convierte en uno de los parajes
más románticos del jardín.
Se caracteriza por los bosquetes de lilos y de árboles del
amor que proporcionan un hermoso colorido primaveral al jardín. En sus praderas
y paseos se observan rincones con notables ejemplares de robles, pinos, cipreses,
tejos, cedros, plátanos y castaños de indias……
Hay un edificio que nos llama muchísimo la atención: la Casa
de la Bruja. Es una reproducción de una vivienda de campesinos.